Hoy recuerdo que tiempo atrás me sentaba en la mesa con mis padres y mis tíos en donde por unas de esas casualidades de la vida me tocaba estar en “la mesa para grandes”, si es así, por que en comidas o almuerzos familiares como pasaba en esa época el espacio físico del comedor te alcanzaba para poner dos mesas una claramente para todos los “niños” y la otra para los adultos. La primera esta más baja, se armaba con lo que había por hay, la otra es hacia donde uno aspiraba a llegar algún día.
Es hay en donde se producían las conversaciones que hoy, casi 20 años después tengo yo con mis pares, en donde se plantea a donde vamos a llegar, que el tiempo pasado era mucho mejor, etc. Pero uno de esos temas que ya rondaban en esos tiempos era la tecnología, palabra muy nueva en aquellos años, en donde la novedad eran las tv a color, el control remoto y cosas así. Es en esa etapa donde fuimos creciendo y junto con nosotros la famosa tecnología y el proceso de adaptación que ello llevaba.
Un ejemplo muy claro de esto son los teléfonos, pasamos varias etapas y en cada uno de ellas hay que estar actualizados, se paso de no tener teléfono a tener uno con marcación de disco a uno digital, del teléfono fijo a uno celular, del celular monocromático al de colores, del que tenia sonidos midi al mp3… y así hasta ahora en donde ya no apretamos teclas, escuchamos música, sacamos fotos, etc.-
Somos una generación de cambio, crecimos junto a la revolución tecnológica del siglo XX, estamos al medio de los dos mundos, tratando de enseñar a nuestros padres, tíos, abuelos, lo que sabemos pero a su vez estamos pendientes de no quedarnos atrás.
Javier Matamala C.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario